El Lenguaje como cortina de humo.

Lo hacemos y escuchamos constantemente y no nos damos cuenta.

Usamos el lenguaje de un modo que, según el caso, difumina la importancia de lo que está ocurriendo, haciendo del lenguaje una cortina de humo.

Constantemente estamos bombardeados de expresiones -sobre todo de los medios de comunicación- que llegamos a hacer nuestras y las utilizamos sin pararnos a reflexionar sobre ellas. Son tan corrientes que ni les prestamos atención.

Pero hay que pararse y pensar que estamos diciendo o más importante aún que nos están contando y con que intención. Es un ejercicio de reflexión y crítica que deberíamos de tomar por costumbre.

Algunos ejemplos de expresiones a las que estamos acostumbrado son las siguientes:

• Es un excéntrico: para referirnos al comportamiento extraño y fuera de lo normal de una persona pero con mucho dinero, si no tiene mucho dinero entonces está loco.
  

• A coqueteado con las drogas: termino muy utilizado en la prensa del cotilleo para referirse a un famoso que se droga, ya que si no fuese famoso sería drogadicto.
  

• Está hecha una madraza: en el mismo ámbito de la prensa del cotilleo, para referirse a una famosa que actúa con sus hijos de la misma forma que actúa cualquier madre que no es famosa.
  

• Violencia de género: en todos los medios de comunicación para referirse a la violencia de un hombre hacia una mujer, pero No se usa para referirse a la violencia de una mujer hacia un hombre, o de un hombre hacia un hombre o de una mujer hacia otra mujer. Cuando la violencia es violencia sean quienes sean los implicados, y no se debería hacer distinción para sensibilizarnos más por una acción que por otra. Todas son igualmente condenables.
  

• Efectos colaterales: del mismo modo, en los medios de comunicación se usa este termino, cuando han muerto civiles en un ataque cometido por el ejercito estadounidense, pero si los civiles muertos son estadounidenses y el ataque lo ha cometido cualquier país, entonces se habla de ataque terrorista.
  

Esto son alguno de los ejemplos -más simples- pero hay muchísimos más, que animo a que se esté atento para descubrirlos y que no nos dejemos engañar por las palabras que intentan quitar o dar importancia al mismo hecho según los actores que intervengan.