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martes, 2 de noviembre de 2010

No te puedes fiar ni de los Mapas

Theatrum Orbis Terrarum
Parece increíble que estando al comienzo del siglo XXI, con todos los adelantos técnicos de los que disponemos, el uso de satélites y ordenadores, el mapamundi siga mostrando un falso aspecto de nuestro planeta.

Estamos más que acostumbrados a usar mapas. Comenzamos en la escuela y ya no paramos de verlos y usarlos a lo largo de nuestra vida. Ahora, incluso más con los mapas que nos facilita Google o Yahoo por nombrar algunos. El uso del GPS, tanto en el móvil, como en el coche, el poder tomar un avión e irnos de vacaciones, a trabajar o estudiar al otro lado del mundo, influyen en que estemos acostumbrados a usarlos, casi a diario.

Pero esa misma costumbre de verlos nos impide cuestionarnos si realmente lo que vemos es lo que existe. ¿Cuan fiel es el mapa del mundo, al mundo?

A continuación encontrarás un mapamundi sacado del Google Maps, que es como cualquier otro mapa de los que estamos acostumbrado desde la escuela. Si pinchas en él, deberías poder verlo más grande.


Mapamundi
Si quieres verlo directamente en Google Maps, pincha aquí.


Observándolo posiblemente lo único que encontrarás es que te resulta de lo más conocido. Pero nos está engañando visualmente. No muestra la realidad que creemos, la está distorsionando.

Comprobémoslo. Primero vamos a lo más sobresaliente y después iremos a lo más sutil.

Fíjate en Groenlandia (Greenland), que parece que tiene el tamaño de África. Pues voy a comparar sus superficies usando el área de un cuadrado que representa el 100% del más grande y el otro representa el porcentaje del más pequeño respecto al mayor.

Así si tenemos que África tiene una superficie de 30.221.532 Km2 y Groenlandia de “solo” 2.166.086 Km2. Resulta la siguiente relación:

África




África: 30.221.532 Km2


Groenlandia: 2.166.086 Km2


Ahora si que se ve que Groenlandia, ni por asomo es más grande que África. Y ya que estamos, vamos a compararla con Australia, que parece que es más pequeño que Groenlandia:

Australia



Australia: 7.686.850 Km2

Groenlandia: 2.166.086 Km2

Pues resulta que no es tan grande Groenlandia como parece que nos muestra el mapa.

Vamos por otro. Mira Islandia (Iceland) y Polonia (Polska), a que parecen iguales. Comparemos los por su superficie:

Polonia

Islandia
Polonia: 312.685 Km2


Islandia: 103.125 Km2


Volvamos con África, se ve grande, pero parece que EE.UU. junto con Canadá es mucho más grande. Hagamos la comparación:

África

EEUU+Canadá
África: 30.221.532 Km2

EE.UU. + Canadá: 19.616.088 Km2


Y si la comparamos con Sudamérica, que parece que se le acerca bastante...


África

Sudamérica
África: 30.221.532 Km2

Sudamérica: 17.819.100 Km2


Pues parece que África, es más grande de lo que se muestra en el mapa.

Y si comparamos Bolivia y Francia (France), que parecen que tiene el mismo tamaño en el mapamundi:

Bolivia

Francia
Bolivia: 1.098.581 Km2

Francia: 675.417 Km2


Y es que cuando echamos manos de los datos de la superficie en kilómetros cuadrados, aparecen resultados que se salen de lo que esperamos mirando simplemente el mapa, por ejemplo, sin gráficas, sino simplemente usando los números, tenemos que sumando las superficies de Suecia (Sverige) y Noruega (Norge) (sin contar unas islas que tiene al norte) no llegamos a llenar la superficie de Turquía (Türkiye). Lo comprobamos con sus superficies en Km2: Suecia (449.964) + Noruega (323.802) = 773.766 y Turquía tiene 783.562 Km2.

Y si a Suecia más Noruega le sumamos Finlandia (Suomi Finland) de 337.030 Km2 da un total de 1.110.796 km2 que se queda un poco corto y no llega a cubrir un trocito de África, en concreto a Sudáfrica que tiene 1.219.912 Km2.

Ahora mira el mapa y comprueba si estos datos numéricos se pueden desprender de lo allí representado. Simplemente mirándolo ¿dirías que Australia -todo un continente en si mismo-, necesitaría de las superficie de Suecia y Noruega, para igualarse a Brasil? Para el que no se lo crea, aquí las superficies: Australia (7.686.850) + Suecia (449.964) + Noruega (323.802) = 8.460.616 Km2 y Brasil tiene 8.514.877 Km2.

Proyección de Gall-PetersEsto es debido a que la tierra es una esfera (achatada y algo irregular) y los mapas son planos. Al trasladar una superficie esférica aun plano, se producen distorsiones. Lo normal es -como en el mapa de Google- que se use la proyección Mercator, que hace que los países más alejados del ecuador aparezcan más grandes que los situados más cerca. La proyección Mercator no es el único tipo de proyección, sorprendentemente hay muchas. Aunque la que más se acercaría a la representación real entre el aspecto que vemos en el mapa y su superficie, sería la proyección de Gall-Peters, la cual choca frontalmente con nuestra acostumbraba visión del mapamundi, pero que curiosamente no se usa, ¿será que no fue ideada por cartógrafos?

Y aunque a partir de hoy cada vez que mires un mapa no lo verás con los mismos ojos, lo que se nos tiene que quedar claro, es que por mucho que estemos acostumbrados a ver algo, esa costumbre no lo convierte en algo verdadero. La costumbre hace que no cuestionemos las cosas.

sábado, 13 de febrero de 2010

Ecos del pasado.

Que tiempo...Como un hecho normal, pensamos que todo lo que nos rodea está ahora mismo ahí. Que el presente es lo más real, que el pasado ya no está y que el futuro será lo que tenga que venir.

¿Pero realmente el pasado ya no está?, o dicho de otra forma, ¿el pasado ya no puedo vivirlo?

Pues parece que lo que vivimos día a día, lo que percibimos a nuestro al rededor, siempre es el pasado. Un ejemplo concreto y muy explicativo es el siguiente.

Cuando miramos al Sol, vemos el Sol donde estaba hace 8 minutos, es decir, cuando contemplamos el ocaso hay 8 minutos los cuales el Sol que está en el horizonte realmente ya no está allí. Esos 8 minutos, es el tiempo que tarda la luz, su imagen, en llegar hasta nosotros y en ese tiempo se ha desplazado con respecto a nosotros, así que si trazamos una linea recta de la imagen que vemos del Sol hasta nosotros, el extremo de esa linea recta no estaría a puntando directamente al Sol.

Otro ejemplo, es cuando miramos al cielo, ya vemos el cielo de hace miles de años. Además, no de hace un número igual de años, sino más bien una mezcla de todas las épocas. Hay que tener en cuenta que la luz de la estreña más cercana tarda más de 4 años en llegar hasta nosotros y ese tiempo se ha desplazado muchísimo, y eso la más cercana, a partir de ahí, miles de años.

De estos dos ejemplos, se puede decir que son dos casos puntuales, pero nada más lejos de la "realidad". Todo lo que percibimos por nuestro sentidos tardan un tiempo en procesarse y llegar a nuestro cerebro para que seamos consiente de lo que ocurre a nuestro alrededor. Lo que se transforma en una percepción de lo que ocurría a nuestro alrededor, hace un determinado tiempo en el pasado. Y esto es válido para cualquier evento (de momento que se sepa nada se transmite instantáneamente).

Un ejemplo gráfico de este desfase de tiempo debido al tiempo de transmisión y procesado de la información, podemos verlo cuando en dos televisores vemos al mismo tiempo el mismo canal, y en uno de los televisores estamos usando el TDT, (también se puede comprobar con tu televisor puesto en la misma cadena que la del vecino si escucháis su televisor, nada raro teniendo en cuenta las paredes de los pisos).

Si haces este experimento, observarás que en la televisión que tiene TDT, se muestran las imágenes con bastantes segundos de retraso con respecto al que no usa el TDT, y esto es debido al procesamiento extra que tiene la señal digital. Para hacerlo más gráfico, si lo que estamos viendo es una transmisión de un partido de fútbol, si no usamos el TDT, seremos testigo de un gol con bastante más antelación que nuestro vecino que usa el TDT. Para cuando él lo celebre, para nosotros ya será agua pasada.

TormentaEl sonido de una tormenta es el más claro exponente del desfase de tiempo. Cuando se produce un rayo, la luz y el sonido se generan prácticamente en el mismo instante, sin embargo a medida que se aleja la tormenta de nosotros, vemos primero el rayo y bastante después escuchamos el sonido del trueno, dos hechos que en un principio deben ir juntos, los vivimos como hechos separados en el tiempo.

El próximo día que estés en una tormenta, piensa cuando escuches los truenos, que estarás siendo testigo de los ecos del pasado.

sábado, 6 de febrero de 2010

¿El color magenta no existe?

Magenta
El mundo que nos rodea entra por nuestros ojos, y aceptamos que lo que vemos es lo que hay. ¿Pero que pasa si lo que entra "realmente no existe"?.


Los colores tienen su representación física o su descripción con la longitud de onda de la luz. Todos los colores están en su sitio:


Espectro de luz
Pero que pasa si vemos un color que no tiene representación de longitud de onda. En otras palabras, en el espectro visible por el hombre ¿donde está el magenta? "No existe", pero ¡lo vemos! ¿que pasa?

Pues lo que pasa, es que el cerebro funciona de la siguiente forma. Cuando la luz llega a la retina esta distingue la longitud de onda que compone esa luz y el cerebro interpreta esa longitud de onda como un color. Por lo que para empezar los colores solo están en el cerebro.

Tenemos que tener en cuenta que todo color tiene su complementario, es decir su color opuesto, bueno, todos menos el verde. Estamos hablando del opuesto para nuestro ojos, de forma que si hacemos un circulo con los colores mostrados en el gráfico de arriba, el opuesto es el que queda enfrente a cada color tal como lo distingue el ojo.


Cuando llega más de una longitud de onda, el cerebro suma las longitudes de ondas. Así, si recibimos luz roja y luz verde al mismo tiempo, al sumarlas el cerebro nos da el amarillo, que es justamente el color que está en el centro de ambos (gráfico más arriba) y tiene su propia longitud de onda.

Pero cuando llevamos más allá el experimento y recibimos la longitud de onda del violeta y del rojo a la vez, los cuales están en los límites de la luz visible, el cerebro al sumarlas puede hacer dos cosas, u obtiene el verde que es el que está a mitad de camino por un lado del anillo de colores mostrado arriba, lo cual no tiene mucho sentido, o se inventa un color para rellenar el hueco que queda. Y esto último es lo que que hace el cerebro, inventarse el magenta.

El color solo depende del cerebro, es solo una experiencia de la mente.

Fuente: http://www.biotele.com/magenta.html

sábado, 16 de enero de 2010

La realidad que nos rodea la percibimos en gran medida por nuestro ojos. Pero, ¿podemos ver la infinidad que nos rodea?

Escalera interior de la Catedral de Salamanca
Se supone que las imágenes que vemos del mundo son infinitas, es decir, si cojo solo el marco de un cuadro y miro a través de él, ¿veré un infinito número de imágenes?. ¿Tendría un infinito número de cuadros?

A priori parece que sí. Podemos tener un cuadro de una montaña, de una flor, de un coche, etc.

Bueno pues según el siguiente razonamiento esto es falso, el número de imágenes es finito, y a partir de un cierto momento tendremos ¡imágenes repetidas! ¿Que como puede ser esto?, pues empezaré explicándolo con un ejemplo simple y luego lo aplicaré a este caso.

Supongamos que en vez de mirar por el marco de un cuadro, el mundo lo percibimos a través de un monitor de ordenador, el cual muestra las imágenes de una cámara digital de vídeo. Es decir, tenemos una cámara sujeta a la cabeza y unas gafas que tienen un monitor en donde vemos el mundo a través de la “percepción” de la cámara.

Si el monitor muestra como en todo ordenador los colores en sus componentes RGB con 256 posibilidades por cada componente, tenemos que cada píxel puede tomar 256*256*256=16.777.216 colores distintos si el monitor tuviese 4 pixels podríamos ver 16.777.216^4=79.228.162.514.264.337.593.543.950.336 imágenes distintas.

Ya se que es una cifra enorme, pero... a partir de este número se repiten las imágenes. Supongo que ya sabes por donde voy, si el monitor es de 1024*768 pixels, tendremos que el número de imágenes que podemos ver es de 16.777.216^(1024*768) imágenes distintas, que efectivamente es una cifra super-mega-astronómica, pero lo importante es que a partir de ese número, ¡¡las imágenes se repiten!!

Es decir, que enfoquemos lo que enfoquemos, después de haber recibido 16.777.216^(1024*768) imágenes distintas, estaremos viendo imágenes repetidas. ¡El mundo infinito lo percibiríamos finito!

Y si esto lo pasamos a nuestros propios ojos, es lo mismo. Nosotros recibimos las imágenes por estímulos en nuestros ojos, y llegando a la escala más pequeña, tenemos un umbral a partir del cual se diferencia una imagen de otra, un quantum por el que un ‘pixel’ es diferente de otro, tenemos un máximo y un mínimo para percibir las longitudes de ondas y la luz la componen fotones que se agrupan en paquetes. Es decir que al igual que en el monitor hay un número de imágenes a partir de la cual es otra vez lo mismo (sí es astronómico, pero por muy grande que sea ¿que es comparado con el infinito?).

Además curiosamente, yendo al primer ejemplo del monitor de 4 pixels, este es capaz de mostrar más de 1.300 millones de imágenes distintas que nosotros identificaremos como iguales, ya que el ojo humano 'solo' puede distinguir 10 millones de colores y como vimos un pixel en un monitor puede mostrar más de 16 millones de colores, de los cuales más de 6 millones son para nosotros iguales.

Es decir, a ‘primera vista’, parece que con estos ojos veremos una infinidad de imágenes y por lo descrito anteriormente 'vemos' que no es así.

Vivimos rodeados de un universo de imágenes infinitas de las que vemos un número finito y luego... a repetir.