sábado, 6 de febrero de 2010

3 formas de engañar a nuestro cuerpo.

El hombre de Vitruvio, Leonardo da Vinci, 1487
1 Presionar con los dedos los ojos ligeramente y empezaremos a ver pequeñas lucecitas.

Causa: Los sensores visuales de nuestros ojos no saben como informar del estímulo presión, por lo que informa con estímulos visuales.


2 Si se golpea el oído, durante un tiempo se escuchará un pitido.

Causa: Los sensores auditivos han sido sobre excitados y la única forma que tiene de informar es con sonido.

3 Después de comer un caramelo de menta, tanto el aire que se respira como el agua que se beba, se sentirá muy fría.

Causa: La menta está estimulando -debido a su estructura molecular- a los receptores del frío de la boca y estos no tiene otra forma de responder a esta excitación, sino enviando la información de frío.


Resultado en conjunto: que vemos lo que no hay, que oímos lo que no hay y sentimos lo que no hay.

0 comentarios:

Publicar un comentario