viernes, 28 de mayo de 2010

Rodeados de muerte y destrucción

Shiva, dios de la destrucción en el hinduismo
Imagina un mundo donde los hombres son muy destructivos, matan por placer. Cuando algo les desagrada lo matan, cuando algo es diferente a ellos lo matan e incluso cuando algo les gusta también lo matan. Viven en una constante contradicción, dicen que matar es malo pero lo hacen continuamente, por supuesto justificándolo. Que construir es mejor, cuando realmente, con lo que disfrutan es destruyendo. ¿Que tipo de mundo te estás imaginando?. No te esfuerces en imaginar, porque tan solo tienes que mirar a tu alrededor, vives en él.

¿Crees que exagero?. Pongo un simple y claro ejemplo. Vas paseando por el campo con tu pareja, ves una hermosa flor que te gusta y sabes que a tu pareja también le va a gustar, ¿y que es lo que haces?, la cortas y se la regalas con todo tu cariño. Repito, la cortas, la matas, la destruyes porque te gusta y es hermosa. ¿Donde están los bonitos sentimientos aquí?. No sería menos agresivo, mostrársela a tu pareja, hacerle un bonito comentario sobre ella y dejarla que siga siendo hermosa todo el tiempo que pueda ser lo.

Piensa en lo siguiente. En un grupo de personas, da igual el tamaño del grupo, ¿contra quien se vuelve todo el mundo?, -esta es fácil-, por supuesto, contra el que se distinga más de los demás, ya sea físicamente (alto,bajo, gordo,delgado, piel oscura, piel clara, etc) como psicológicamente (el torpe, el empollón, etc). Da igual que se tenga razón o no, la cuestión es que siempre se busca alguien contra quien cargar nuestras frustraciones. ¿De donde sale sino el racismo?. Así que le atacamos para destruirlo física o moral o psíquicamente.

Mariposa de alas transparentesSeguimos. Si un bicho te molesta, intentas matarlo, si un bicho te asusta intentas matarlo y en general si te encuentras con un bicho, intentarás matarlo, ¿porqué?, ¿porqué es feo, distinto?. Pero y si ese bicho es una mariposa, entonces no se le hace daño... bueno sí, si a la persona en cuestión le gustan mucho mucho las mariposas, entonces la coge y ¡la ensarta en un alfiler!.

Vamos por el mundo alegremente, sin ser conscientes de cuanta destrucción vamos dejando a nuestro paso. Pero tampoco hay que llegar al extremo de los jainas más devotos, que llevan la boca tapada y van barriendo el suelo para evitar la posibilidad de matar -casualmente- un insecto.

Aunque el ser humano haya construido muchas y grandes cosas, lo que realmente le divierte es destruir. ¿Que es más divertido, hacer una pirámide con cartas o darle un golpe cuando esté completa y ver como se desmorona?. ¿Que es más divertido, hacer un castillo de arena o ir corriendo y pisotear el castillo que otro ha construido?. ¿Que es más divertido ver como se construye una casa o ver como explota un edificio y se derrumba?. Solo hay que fijarse en los niños, en sus juegos lo que más predomina es el romper cosas.

La muerte generalmente asusta al ser humano, muchos no quieren hablar sobre ello, ni oírla nombrar. Pero de igual modo que estamos rodeados de vida, también estamos rodeados de muerte. Volviendo al ejemplo del principio, regalamos flores moribundas que mueren ante nuestros ojos, incluso las regalamos muertas, cuando estamos dando flores secas. Trabajamos y jugamos con cadáveres y los utilizamos continuamente, porque que son sino todos los objetos hechos de madera, los bolsos, carteras y zapatos de piel, la ropa hecha de restos de animales..., la lista es larga. Pero sin embargo no queremos ni mencionar la muerte.

Flor¿Estás pensando que todo esto es pesimismo?. Si es así, seguramente es porque se asocia instantáneamente la muerte con el pesimismo, otra forma de huir de lo que tenemos alrededor. Esto no es ser pesimista, es ser consciente y coherente con lo que se hace. No se puede decir que eres amante de la naturaleza si cuando ves una flor la matas, ni que amas los pájaros si los encierras en una pequeña jaula de por vida, prohibiéndoles volar.

La cuestión no es lo que se hace, sino, no ver lo que realmente se está haciendo. Si se actúa de una forma hay que ser consciente de lo que se hace, porque lo mismo te comportas -sin saberlo,- contrariamente a lo que piensas que es lo correcto.

0 comentarios:

Publicar un comentario