martes, 21 de diciembre de 2010

El orgasmo femenino, algo no tan simple

¿Te has preguntado alguna vez como un hombre obtiene un orgasmo? Imagino que no. Pero, ¿que sucede cuando hablamos de los orgasmos femeninos?, ¿es algo tan obvio? Sorprendentemente son las propias mujeres las que se plantean continuamente si la obtención de estos están o no dentro de la "normalidad". ¡Increíble pero cierto!

¿Porqué se produce esta duda sobre la supuesta"normalidad"? Las mujeres son capaces de obtener un orgasmo tanto con la estimulación directa del clítoris como a través de la penetración vaginal, pero hay que hacer excepciones, ya que en la mayoría de los casos si solo se recurre a la penetración es posible que no se llegue al orgasmo. Ese es el momento, donde la mujer empieza a dudar si hay algo que no funciona de forma correcta en su organismo.

¿Debemos pensar entonces que en la mujer existen dos tipos de orgasmo; "vaginal y clitoridiano"? O deberíamos replantar mejor la pregunta a: ¿es la estimulación vaginal o la clitorídea la que produce el orgasmo en la mujer?

Para empezar, ¿que es lo que una mujer debe de tener totalmente claro? En principio, el papel que juegan sus órganos genitales dentro de su sexualidad.

Es importante saber que el órgano del placer por excelencia en una mujer es su clítoris y que este "pequeño botón" lleno de terminaciones nerviosas, mide nada más y nada menos que unos 10-13 centímetros. Sí, el tamaño es correcto, lo que se ve a simple vista es una pequeña parte del clítoris y el resto se extiende en dirección a la vagina. Él es el responsable de que el cuerpo de una mujer vibre cada vez que alcanza un orgasmo.

Anatomía del ClítorisPor otra parte, debemos de tener en cuenta el papel de la vagina -no menos importante-, que estimula de forma totalmente indirecta al clítoris. Y aquí se encuentra la clave del problema, "la estimulación indirecta". ¿Cómo se produce esto?, pues de forma un poco menos sencilla. Durante la penetración, el movimiento de vaivén que realiza el pene en el interior de la vagina hace que los labios menores y por consiguiente el "capuchón del clítoris" friccionen a este (todo esto sin desmerecer el placer obtenido por los receptores propios de la vagina), pero en esta ocasión -o mejor dicho- de esta forma, el orgasmo no tiene porque estar garantizado.

Si buscamos algo de información, encontramos varios estudios como el del doctor Seymour Fisher, que afirmó que el 65% de las mujeres prefería la estimulación directa del clítoris para la obtención del orgasmo. O el de Shere Hite, que llegaba a conclusiones similares, en las que demostraba que el 70% de las mujeres afirmaban no alcanzar el orgasmo tan solo con la penetración, es decir, era necesario para alcanzar el climax la estimulación de su clítoris.

Esto responde a la duda que se planteaba al principio, que afinándola un poco, venía a decir; ¿es normal que una mujer no obtenga un orgasmo solo con la penetración? Pues sí, es algo totalmente normal debido a su propia constitución física.

Lo que nos lleva a preguntarnos ¿porqué solo la penetración no es suficiente? Pues como se ha visto, en la penetración lo que se está estimulando es el clítoris indirectamente, y debido a multitud de factores, es probable que esta estimulación no sea suficientemente intensa y simplemente haya que ampliar el juego sexual e intensificarlo, como por ejemplo, masajeando la zona del clítoris o el mismo clítoris durante la penetración, sin ningún complejo.

shhhh¿Como es posible que hasta estos días existan aún estas dudas? Durante siglos la sexualidad femenina ha sido un tema tabú y el placer femenino estaba totalmente vetado para la sociedad. El sexo era cosa de hombres (ilógicamente) o mejor dicho para placer de este y por consiguiente estaba totalmente enfocado a él, quedando la mujer en un segundo plano siendo tan solo un mero objeto. El que la mujer obtuviera un orgasmo era solo un hecho secundario.

No es que hayamos avanzado mucho, se ven restos de este pensamiento, por ejemplo, en las películas "porno", donde podemos observar perfectamente esta orientación del sexo hacia el hombre y como todas las escenas entre un hombre y una mujer terminan cuando él llega al orgasmo/eyaculación y ella queda satisfecha tan solo por el simple hecho de habérselo proporcionado.

Como siempre, esta es la situación a la que se llega por el desconocimiento, la dejadez o simplemente porque "las cosas son así y punto".


Post enviado por: María.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La Lotería de Navidad y la búsqueda de la suerte

Décimo de la Lotería de Navidad
La Navidad es una tradición compuesta de pequeñas tradiciones y cada país tiene sus variantes.

En España una de esas tradiciones más arraigadas es comprar el décimo para la Lotería de Navidad, -organizado y controlado por el estado- que se sortea el 22 de diciembre.

Casi nadie se libra de un décimo o una participación para el décimo, ya sea comprándolo directamente -por gusto o por compromiso- o como regalo.

Para el que no tenga claro que es una participación, en pocas palabras, es comprar un décimo entre varios dividiendo a partes iguales tanto el precio del décimo como el correspondiente premio, por lo que la participación te puede salir a 1 euro como a 10 euros si se comparte entre dos.

Lo de las participaciones es una verdadera trampa, ya que como el precio del décimo es elevado (20 euros) se suele comprar entre varios. Pero claro tenemos el grupo del trabajo, el de amigos, la asociación, el colegio, etc. Y por no hacer "el feo", no señalarte o simplemente por compromiso los compras y te juntas con varias participaciones (entre tú y tu pareja), gastándote al final más de los 20 € de un solo décimo. Eso si no has sucumbido a la gran campaña de marketing para que te compres un décimo tú solo.

Cartel promocional en el verano para la Lotería de NavidadLa campaña de marketing es elevada, anuncios en televisión y carteles por todos lados, con un mensaje subyacente en común, "este año te toca a ti". Hay que tener en cuenta además, que esta campaña no comienza en diciembre, sino varios meses antes e incluso en verano ya se puede comprar un décimo de navidad. Esto un año tras otro.

Y este es el meollo del asunto, te hacen creer de una u otra manera que tienes grandes posibilidades de que te toque el primer premio -el gordo de navidad- que son 3 millones de euros, una suma que te hace volar la imaginación con todo lo que podrías hacer con ese dinero.

Y digo que "te hacen creer", porque las probabilidades juegan en contra tuya. Analicemos un poco el asunto:

Es cierto que no hay solo un único premio, y que hay muchos de menores cuantías, pero todo el mundo tiene la ilusión y la esperanza de llevarse el "gordo" de 3 millones de euros, que es el que lo mueve todo.

El décimo consta de un número de serie que llega hasta 195 y un número de décimo que llega hasta 85.000, lo que se transforma en 1 posibilidad entre más de 16 millones y medio de que te toque la diosa fortuna. Repito: ¡¡1 contra 16.575.000!!

¿Merece el gasto económico esta probabilidad?

Lo curioso del asunto es que hay quien no juega a ningún juego de azar durante todo el año y sí compra la Lotería de Navidad.

Cartel promocional de la Lotería de Navidad 2010Pero la lógica y las probabilidades quedan fuera cuando se cree en la suerte, el azar o la diosa fortuna. Porque que otra explicación hay al "extraño comportamiento" humano, de ir a comprar el décimo a una administración en concreto, como ocurre con la administración de Madrid de Doña Manolita, donde se forman enormes colas a su puerta para comprar un décimo. La gente acude de toda España, aunque se puede comprar por internet.

Es verdad que ha repartido muchísimos premios (dicen que la que más premios en toda España), pero eso no significa que "la suerte viva allí", sino que al ser la que más vende en toda España (vende millones de décimos) por pura lógica es más probable que salga un premio en una administración que vende 1 millón de décimos a otra que venda 300. Pero tú sigues teniendo las mismas probabilidades de ganar (o perder), vayas a donde vayas.

Otro de los comportamientos extraños es el de ir a otra ciudad a comprar un décimo. Por ejemplo, uno de Cádiz, está por Málaga y compra allí el décimo a ver si tiene suerte, y otro de Málaga que va por Córdoba lo compra allí, y el de Córdoba que esta en..., y tenemos una cadena de sin sentidos, buscando a la "suerte" como un perro que se quiere morder la cola.

FortunaSi nos atuviésemos a las probabilidades lo más lógico sería, por ejemplo, jugar a la Lotería Nacional, que se celebra todos los jueves del año, cuyo décimo cuesta 3 euros, el primer premio es de 1.170.000 euros (es algo menor al de Navidad, pero con esa cantidad te quitaría muchos problemas) y la probabilidad es de 1 entre 600.000 (6 series y el décimo que llega a 100.000). Vemos que la posibilidad de ganar la Lotería Nacional en comparación con el de Navidad, se ha incrementado en más de 27 veces.

Pero claro, la tradición es la tradición. Y no importa que vaya contra la lógica o incluso contra el bolsillo, porque cuando algo se hace siempre, se convierte en ley. Y no hay que pensar mucho en su sentido.... no sea que despertemos y nos salgamos del tiesto ;)