sábado, 27 de febrero de 2010

¿Que puedo tocar?

La Naturaleza en nuestras manosEl tacto, después de la vista, es de los sentidos que más usamos. Gracias a él, obtenemos el placer de una caricia y el dolor de un pinchazo. Que agradable es tocar algo esponjoso y suave y cuan desagradable es coger algo viscoso.

Nos gusta tocar, lo tocamos todo, no nos vasta con ver algo, hasta que no lo hemos tocado no estamos satisfecho. El tacto es muy importante en nuestra relación sentimental, el roce, la caricia, el beso y el sexo, máximo exponente del placer mediante el tacto. Te imaginas por un momento, no poder sentir ninguna sensación cuando tocas algo, imagina el sexo sin sentir el contacto, ¿en que quedaría?.

Estamos constantemente tocando cosas, todo lo que nos rodea es susceptible de ser tocado. Pero, ¿realmente tocamos algo?, es decir, cuando toco la pared, ¿realmente mi carne, la materia de la que estoy hecho toca la fría y dura pared?. Puede parecer una pregunta tonta, pero estas seguro de la respuesta.

Si hacemos un zoom a la zona de contacto de nuestra mano con la pared, y si ese zoom lo ampliamos, no al nivel microscópico sino al subatómico, veremos que se está produciendo una situación muy curiosa, y es que los átomos que componen nuestra mano están repeliendo a los átomos que componen la pared sin llegar a tocarse. A ese nivel actúa la fuerza nuclear débil.

De una forma gráfica es como si tenemos dos imanes sobre una mesa. Uno lo tenemos suelto y el otro lo acercamos al primero, pero acercándolo por el mismo polo, como dos polos iguales se repelen, el imán suelto se moverá alejándose del que acercamos, es como si lo empujásemos, si esta escena la vemos desde digamos 10 metros de distancias, podríamos pensar que están empujando un imán con el otro tocándolo, como si lo empujásemos con un dedo.

Pues esto es lo que sucede continuamente con todo lo que tocamos, a nivel subatómico, jamas llegamos a tocar otra cosa. Solo sentimos esas fuerzas que se producen.

El contacto físico es otra ilusión de nuestra mente.

lunes, 15 de febrero de 2010

Citas.

"La realidad es una mera ilusión, aunque una muy persistente."

"En cuanto a lo que a realidad se refieren las leyes matemáticas, no son ciertas. Con respecto a su certeza , no son reales."

Albert Einstein (1879-1955)


sábado, 13 de febrero de 2010

Ecos del pasado.

Que tiempo...Como un hecho normal, pensamos que todo lo que nos rodea está ahora mismo ahí. Que el presente es lo más real, que el pasado ya no está y que el futuro será lo que tenga que venir.

¿Pero realmente el pasado ya no está?, o dicho de otra forma, ¿el pasado ya no puedo vivirlo?

Pues parece que lo que vivimos día a día, lo que percibimos a nuestro al rededor, siempre es el pasado. Un ejemplo concreto y muy explicativo es el siguiente.

Cuando miramos al Sol, vemos el Sol donde estaba hace 8 minutos, es decir, cuando contemplamos el ocaso hay 8 minutos los cuales el Sol que está en el horizonte realmente ya no está allí. Esos 8 minutos, es el tiempo que tarda la luz, su imagen, en llegar hasta nosotros y en ese tiempo se ha desplazado con respecto a nosotros, así que si trazamos una linea recta de la imagen que vemos del Sol hasta nosotros, el extremo de esa linea recta no estaría a puntando directamente al Sol.

Otro ejemplo, es cuando miramos al cielo, ya vemos el cielo de hace miles de años. Además, no de hace un número igual de años, sino más bien una mezcla de todas las épocas. Hay que tener en cuenta que la luz de la estreña más cercana tarda más de 4 años en llegar hasta nosotros y ese tiempo se ha desplazado muchísimo, y eso la más cercana, a partir de ahí, miles de años.

De estos dos ejemplos, se puede decir que son dos casos puntuales, pero nada más lejos de la "realidad". Todo lo que percibimos por nuestro sentidos tardan un tiempo en procesarse y llegar a nuestro cerebro para que seamos consiente de lo que ocurre a nuestro alrededor. Lo que se transforma en una percepción de lo que ocurría a nuestro alrededor, hace un determinado tiempo en el pasado. Y esto es válido para cualquier evento (de momento que se sepa nada se transmite instantáneamente).

Un ejemplo gráfico de este desfase de tiempo debido al tiempo de transmisión y procesado de la información, podemos verlo cuando en dos televisores vemos al mismo tiempo el mismo canal, y en uno de los televisores estamos usando el TDT, (también se puede comprobar con tu televisor puesto en la misma cadena que la del vecino si escucháis su televisor, nada raro teniendo en cuenta las paredes de los pisos).

Si haces este experimento, observarás que en la televisión que tiene TDT, se muestran las imágenes con bastantes segundos de retraso con respecto al que no usa el TDT, y esto es debido al procesamiento extra que tiene la señal digital. Para hacerlo más gráfico, si lo que estamos viendo es una transmisión de un partido de fútbol, si no usamos el TDT, seremos testigo de un gol con bastante más antelación que nuestro vecino que usa el TDT. Para cuando él lo celebre, para nosotros ya será agua pasada.

TormentaEl sonido de una tormenta es el más claro exponente del desfase de tiempo. Cuando se produce un rayo, la luz y el sonido se generan prácticamente en el mismo instante, sin embargo a medida que se aleja la tormenta de nosotros, vemos primero el rayo y bastante después escuchamos el sonido del trueno, dos hechos que en un principio deben ir juntos, los vivimos como hechos separados en el tiempo.

El próximo día que estés en una tormenta, piensa cuando escuches los truenos, que estarás siendo testigo de los ecos del pasado.

sábado, 6 de febrero de 2010

Mis otras vidas.

Multiverso o Universos Paralelos¿Por que mi vida es como es? Que hubiese pasado si hubiese aceptado aquel trabajo, o hubiese ido a aquella fiesta, o le hubiese dado una oportunidad a mi pareja, o....

Cada decisión que tomamos, ha hecho que estemos en una u otra situación. Pero ¿puede existir un universo donde sea rico, o un ladrón, o esté solo, o tenga muchos hijos, o lo que quieras imaginar?. ¿Y si eso está ocurriendo ahora mismo?. ¿Es una locura?.

Hay distintos universos, con sus mundo, sus personas o sin ellas, donde incluso las leyes físicas pueden ser otras. Donde tu vida puede ser total o parcialmente distinta, o no existir en él.

¿Es esto ciencia-ficción?. O ¿simplemente una tontería?.

Pues una institución tan respetada como la NASA, hace unos años (allá por el 2006) apoyó la hipótesis de los universos paralelos o multiversos. En el 2003, el cosmólogo estadounidense Max Tegmark, publicó su teoría en la revista Scientific American, en un artículo titulado "Universos paralelos". En éste detalla los cuatro niveles de multiversos que podrían existir.

Pero una prueba de la existencia de universos paralelos parece que ya se tiene. El equipo del cosmólogo estadounidense Sasha Kashlinsky (del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland) ha descubierto un patrón inusual en el movimiento de los cúmulos galácticos. En lugar de expandirse a un ritmo uniforme, como se predice en la Teoría de la Relatividad General de Einstein y en las teorías de energía oscura, los cúmulos de galaxias fluyen en una dirección en particular y a mayores velocidades de lo esperado. Llaman a este extraño fenómeno el “flujo oscuro”.

El misterio es qué exactamente está “tirando” del cúmulo de galaxias para provocar el flujo, y aquí es donde entran en juego los universos paralelos. Se sugiere que aunque no podemos verlos, estos universos paralelos ejercen una fuerza sobre el nuestro que provoca este “flujo oscuro”.

Una defensora de la teoría del multiverso, la cosmóloga Laura Mersini-Houghton (de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, Estados Unidos), señala que la teoría del universo paralelo predice el flujo oscuro y que encaja incluso mejor, con la velocidad del flujo oscuro medida por Kashlinksy. Afirma que los hallazgos de Kashlinsky, son la indicación más directa de la existencia de los universo paralelos.

3 formas de engañar a nuestro cuerpo.

El hombre de Vitruvio, Leonardo da Vinci, 1487
1 Presionar con los dedos los ojos ligeramente y empezaremos a ver pequeñas lucecitas.

Causa: Los sensores visuales de nuestros ojos no saben como informar del estímulo presión, por lo que informa con estímulos visuales.


2 Si se golpea el oído, durante un tiempo se escuchará un pitido.

Causa: Los sensores auditivos han sido sobre excitados y la única forma que tiene de informar es con sonido.

3 Después de comer un caramelo de menta, tanto el aire que se respira como el agua que se beba, se sentirá muy fría.

Causa: La menta está estimulando -debido a su estructura molecular- a los receptores del frío de la boca y estos no tiene otra forma de responder a esta excitación, sino enviando la información de frío.


Resultado en conjunto: que vemos lo que no hay, que oímos lo que no hay y sentimos lo que no hay.

¿El color magenta no existe?

Magenta
El mundo que nos rodea entra por nuestros ojos, y aceptamos que lo que vemos es lo que hay. ¿Pero que pasa si lo que entra "realmente no existe"?.


Los colores tienen su representación física o su descripción con la longitud de onda de la luz. Todos los colores están en su sitio:


Espectro de luz
Pero que pasa si vemos un color que no tiene representación de longitud de onda. En otras palabras, en el espectro visible por el hombre ¿donde está el magenta? "No existe", pero ¡lo vemos! ¿que pasa?

Pues lo que pasa, es que el cerebro funciona de la siguiente forma. Cuando la luz llega a la retina esta distingue la longitud de onda que compone esa luz y el cerebro interpreta esa longitud de onda como un color. Por lo que para empezar los colores solo están en el cerebro.

Tenemos que tener en cuenta que todo color tiene su complementario, es decir su color opuesto, bueno, todos menos el verde. Estamos hablando del opuesto para nuestro ojos, de forma que si hacemos un circulo con los colores mostrados en el gráfico de arriba, el opuesto es el que queda enfrente a cada color tal como lo distingue el ojo.


Cuando llega más de una longitud de onda, el cerebro suma las longitudes de ondas. Así, si recibimos luz roja y luz verde al mismo tiempo, al sumarlas el cerebro nos da el amarillo, que es justamente el color que está en el centro de ambos (gráfico más arriba) y tiene su propia longitud de onda.

Pero cuando llevamos más allá el experimento y recibimos la longitud de onda del violeta y del rojo a la vez, los cuales están en los límites de la luz visible, el cerebro al sumarlas puede hacer dos cosas, u obtiene el verde que es el que está a mitad de camino por un lado del anillo de colores mostrado arriba, lo cual no tiene mucho sentido, o se inventa un color para rellenar el hueco que queda. Y esto último es lo que que hace el cerebro, inventarse el magenta.

El color solo depende del cerebro, es solo una experiencia de la mente.

Fuente: http://www.biotele.com/magenta.html